
TRES GENERACIONES DEDICADAS AL ACEITE
Una historia familiar

TRADICIÓN FAMILIAR
LOS ORÍGENES
Todo comienza en 1947 con Albert Amiel Calvet, cuando lo que era un antiguo molino harinero adquirido por su padre, se transforma en un molino de aceite. Con una rueda de molino, unos depósitos y una prensa funda la almazara de Ca l'Amiel, iniciando una actividad que marcará generaciones.
LA MODERNITZACIÓN DE LOS AÑOS 60
En los años 60 Albert Amiel impulsa una primera gran renovación: se instala una prensa hidráulica y motores eléctricos. La almazara tradicional, que todavía se conserva, es la heredera de esta época. Detrás de todo, y desde siempre, Joana Amiel, hija del fundador, ha sido la pieza clave del engranaje empresarial. Aún hoy está, activa y presente, siempre a pie de cañón.

DE ABUELO A NIETO
A partir del año 2000 la almazara pasa a manos de Albert Baserba, nieto de Amiel Calvet, que continuará con el oficio del aceite. En 2004 Albert Baserba con la incorporación de maquinaria para la recepción y limpieza de aceitunas, la almazara se abre a nuevos clientes y aumenta la producción. Esta mejora no sólo optimiza el proceso, sino que también facilita el trabajo a los campesinos.
LA ÚLTIMA MODERNIZACIÓN
En 2008 se instala un sistema de línea continua, que permite elaborar aceite de una manera más rápida, eficiente y respetuosa con la calidad del producto. Es una apuesta por conservar la tradición, pero mirando claramente hacia el futuro.

LA ALMAZARA EN PAUSA
Entre 2011 y 2015, la almazara permanece cerrada. Una larga pausa, cargada de incertidumbre, pero también de reflexión. No es hasta la temporada del 2016 que Albert Baserba, heredero directo de esta historia, lo vuelve a abrir. Lo hace con energías renovadas y ganas de volver a dar vida al molino.
NUEVOS TIEMPOS, MISMO ESPÍRITU
Desde la reapertura, el proyecto entra en una nueva etapa: más abierto, más vivo, más compartido. Se mantiene la calidad, el compromiso y el arraigo en el territorio, pero se mira hacia delante. La almazara se convierte en un espacio para la producción, el encuentro y el descubrimiento, donde conviven tradición y nuevas propuestas.
Pasado y presente

Tres generaciones del molino
En la imagen vemos a Albert Amiel, fundador de la almazara con sus dos hijas: Joana con su hijo Albert Baserba, quien tomará el relevo años más tarde, y Alberta con su hijo Jaume. Trabajadores y familia compartían tareas y valores. Una escena cotidiana de la almazara, donde el oficio se vivía codo con codo, con complicidad y compromiso.

Vista general de la sala de recepció d’olives.
Aquesta zona, que conserva l’estructura original de l’antic molí de l’arròs, es va adaptar per integrar la nova línia de neteja i recepció. Una imatge que mostra com la modernització conviu amb l’arquitectura original i la memòria de l’espai.